Los misterios de la cueva Fontein de Aruba
Con una extensión de unos 95 metros (casi 312 pies) en el famoso Parque Nacional Arikok de Aruba, la cueva Fontein tiene mucho que ofrecer. Una maravilla natural, la cueva está repleta de estalagmitas y estalactitas. Las algas hacen que la pared pase del amarillo al verde, como un papel pintado en degradé. No es lo único interesante que ofrecen las paredes de la cueva Fontein. En ellas, encontrarás una fantástica selección de dibujos y grabados antiguos. Se dice que fueron realizados por los amerindios. Aprenderás más sobre esto más adelante. Los oscuros y serpenteantes caminos de la cueva Fontein y su implacable humedad la convierten en la morada perfecta para murciélagos, cangrejos, insectos y otras criaturas que se arrastran en la oscuridad... ¡Así que ten cuidado! Deja de lado las bromas pesadas. La Cueva Fontein es una visita obligada en tu itinerario de viaje por Aruba. Un pequeño consejo: los guardas del parque de Arikok suelen estar dispuestos a proporcionar información adicional sobre las maravillas naturales del parque, incluyendo su cueva Quadirikiri y la cueva Fontein.
La historia de la Cueva Fontein
Aunque las Cuevas Fontein de Aruba son mucho más antiguas, su historia comienza hace unos 4.000 años, cuando los amerindios (un grupo de nómadas) se asentaron en Aruba. Aquí descubrieron las cuevas, que decoraron con dibujos y grabados, quizás, incluso bajo la influencia de los psicodélicos.
Otra historia de la cueva Fontein se remonta a los indios Arawak, que vivían en Aruba alrededor del año 1.000. Algunos afirman que vivían o se escondían en las cuevas, mientras que otras historias dicen que estos espacios se utilizaban principalmente como lugar de culto, ritualismo y sacrificio. Aunque es posible que la verdad nunca se descubra por completo, siempre es una gran idea echar un vistazo a los grabados de las Cuevas Fontein Aruba. Puedes decidir por ti mismo qué historia creer.
Ten en cuenta que debes comprar el tiquete de entrada en el Parque Nacional Arikok .